En la España Imperial del siglo XVII, Diego Alatriste, valeroso soldado al servicio de su majestad, combate en una guerra en las frias tierras de Flandes. En una emboscada de los holandeses, Balboa, amigo y compañero de armas, cae herido de muerte. Alatriste escucha de los labios de su amigo una ultima peticion y promete cumplirla: cuidara de su hijo Iñigo y le alejara del oficio de soldado. A su regreso a Madrid, Alatriste se encuentra con un imperio moribundo. La misma España en la que Quevedo y Gongora escriben sus versos, Velazquez pinta sus cuadros, y Lope de Vega estrena sus comedias, se desmorona ante la impasibilidad de su Rey. La corte de Felipe IV, dominada por las intrigas y la corrupcion, es manejada a su antojo por el Conde Duque de Olivares, con el apoyo de la Santa Inquisicion. El propio Alatriste, que malvive vendiendo su espada, se vera implicado en una de estas intrigas cuando es contratado junto a otro mercenario, el italiano Gualterio Malatesta, para dar muerte a dos misteriosos personajes que viajan de incognito a Madrid. El destino de Alatriste quedara marcado cuando, intuyendo algo turbio en el siniestro encargo, decide perdonar la vida a los dos extranjeros y enfrentarse a Malatesta que pretendia terminar el trabajo. Esa noche se ganara un enemigo para toda la vida.