Pedro trabaja como criado de don Matias y, cuando este se ausenta, aprovecha para utilizar su lujoso coche y hacerse a la idea de que la casa le pertenece. En uno de sus paseos conoce a Claudia, una divorciada millonaria que promete ir a cenar a la supuesta casa de Pedro. Entonces, este debe convencer al resto de empleados para que le sigan en su farsa.