El satélite ruso Ikon ha sufrido una avería y las autoridades rusas insiten en que causará un bloqueo total de las comunicaciones del país. Un burócrata de la NASA propone como solución enviar al espacio a repararlo a Fran Corvin, astronauta retirado. Este pone como condición utilizar a su equipo, un grupo de veteranos astronautas, que como él, llevan años retirados.