El filme narra la historia de una niña, Andrea (Any Ferreiras), quien al asistir al entierro de su abuelo se encuentra con que le han robado la cruz a la tumba de su madre, por lo que remueve inocentemente una perteneciente a otro sepulcro, para ponersela a la de su pariente. Este hecho desata un enorme conflicto, puesto que el espiritu cautivo de la tumba donde es removida la cruz se levanta a reclamar lo que le pertenece y a cobrar una vieja venganza (su muerte, un suicidio, fue a raiz del desamor de la abuela de Andrea). Asi la niña ve que su vida se convierte en una cadena de acontecimientos terribles para ella y su familia. Manuel (Hensy Pichardo), padre de Andrea, que no cree en Dios ni en nada, se encuentra con una realidad que no acepta. La pregunta que debe formularse es si el amor de su hija lo hara ir en contra de sus propios principios y creencias para salvarla. Todos los personajes de la historia se ven envueltos en la tragedia, ya sea su abuela Flora, interpretada por Elvira Grullon, culpable de haberle roto el corazon a un joven quien por ello se ahorca y que ahora decide cobrar lo que sufrio en vida, convertido en un espiritu maligno (Anthony Ferreiras). Esta es una historia real, ocurrida en Moca, en el norte de Republica Dominicana, mismo lugar donde fue rodada la pelicula. Los autores de la cinta escuchaban esta leyenda desde pequeños, y por ello se motivaron a llevarla a la pantalla grande, en dos horas de intenso suspenso, horror y misterio, en las cuales Andrea y su familia se ven enfrentados a un espiritu maligno. Una de esas historias que no nos permiten cerrar los ojos al ir a dormir.