En un acto espantoso de terrorismo urbano, un veterano desquiciado detona un arma biológica dentro de un edificio federal lleno de gente. Su propósito: Exponer públicamente el desarrollo secreto del gobierno de un gas tóxico que afecta al instante el sistema suprarrenal humano, haciendo que los hombres, mujeres y niños se conviertan en seres inhumanos agresivos y violentos. Ahora bien, más que sacarlo a la luz pública, el virus se está propagando. El edificio está en cuarentena. Y en los pisos superiores, un pequeño grupo de sobrevivientes no infectados deben unirse para salir con vida.