Poco después de la Guerra de Secesión (1861-1865) Steve Sinclair (Robert Taylor), un antiguo pistolero reformado, se dedica a criar ganado y lleva una vida pacífica. Su única preocupación es Tony, su hermano menor, un joven desequilibrado, inmaduro y fanfarrón, del que Steve se ha ocupado desde que era un niño sin conseguir enderezarlo. Cuando Tony regresa al rancho, acompañado de una desconocida (Julie London) con la que piensa casarse, se tensa la relación entre los dos hermanos. Pero lo que agrava definitivamente la situación es la llegada al valle de unos granjeros dispuestos a quedarse y cercar sus tierras.