Cuando el comisario Mendoza llega a aquel pueblecito de la falda de Montseny, Mariano Beltrán acaba de caer acribillado por un joven guardia civil. Es el final de una larga persecución que ha durado más de diez años. Beltrán inició sus pasos en la delincuencia desde muy joven. En su haber deber figurar muertes, entre policías y paisanos. Dotado de una gran frialdad y con una suerte excepcional, siempre logró huir. El comisario Mendoza, hombre duro, con métodos propios, obsesionado única y exclusivamente por la idea de atrapar a Mariano, sabe que este se encuentra de nuevo en Barcelona. El criminal ha abandonado su refugio de Tarbes cruzando la frontera por uno de los innumerables pasos que él solo sabe, en compañía de su hermano Sebastián y del ?minero?. Su propósito es dar un gran golpe y largarse con unos cuantos millones. Mendoza sabe que Beltrán ha llegado y le prepara una emboscada. Organiza una vigilancia especial en todos los bancos y fuerza al jefe superior de la policía para que le preste toda su ayuda.